martes, 26 de agosto de 2014

100 años después.


Ándele

1)
Como una carretilla de pedruscos
cayéndole en la espalda, vomitándole
su peso insoportable,
así le cae el tiempo a cada despertar.
Se quedó atrás, seguro, ya no puede
            equiparar las cosas y los días,
            cuando consigue contestar las cartas
            y alarga el brazo hacia ese libro o ese disco,
                  suena el teléfono: a las nueve esta noche,
                  llegaron compañeros con noticias,
                  tenés que estar sin falta, viejo,
o es Claudine que reclama su salida o su almohada,
o Roberto con depre, hay que ayudarlo,
o simplemente las camisas sucias
amontonándose en la bañadera
como los diarios, las revistas, y ese
                  ensayo de Foucault, y la novela
                  de Erica Jong y esos poemas
           de Sigifredo sin hablar de mil
           trescientos grosso modo libros discos y películas,
más el deseo subrepticio de releer Tristram Shandy,
Zama, La vida breve, El Quijote, Sandokán,
                  y escuchar otra vez todo Mahler o Delius
                  todo Chopin todo Alban Berg,
                  y en la cinemateca Metrópolis, King Kong,
                  La barquera María, La edad de oro —Carajo,
la carretilla de la vida
con carga para cinco décadas, con sed
de viñedos enteros, con amores
que inevitablemente superponen
tres, cinco, siete mundos
que debieran latir consecutivos
y en cambio se combaten simultáneos
en lo que llaman poligamia y que tan sólo
es el miedo a perder tantas ventanas
sobre tantos paisajes, la esperanza
de un horizonte entero—
2)
Hablo de mí, cualquiera se da cuenta,
pero ya llevo tiempo (siempre tiempo)
sabiendo que en el mí estás vos también,
y entonces:
                No nos alcanza el tiempo,
                    o nosotros a él,
                    nos quedamos atrás por correr demasiado,
                    ya no nos basta el día
                    para vivir apenas media hora.
3)
El futuro se escinde, Maquiavelo:
el más lejano tiene un nombre, muerte,
y el otro, el inmediato, carretilla.

          ¿Cómo puede vivirse en un presente
            apedreado de lejos? No te queda
            más que fingir capacidad de aguante:
            agenda hora por hora, la memoria
            almacenando en marzo los pagarés de junio,
            la conferencia prometida,
            el viaje a Costa Rica, la planilla de impuestos,
Laura que llega el doce,
  un hotel para Ernesto,
    no olvidarse de ver al oftalmólogo,
      se acabó el detergente,
        habrá que reunirse
          con los que llegan fugitivos
            de Uruguay y Argentina,
darle una mano a esa chiquita
  que no conoce a nadie en Amsterdam,
    buscarle algún laburo a Pedro Sáenz,
      escucharle su historia a Paula Flores
        que necesita repetir y repetir
          cómo acabaron con su hijo en Santa Fe.
Así se te va el hoy
en nombre de mañana o de pasado,
así perdés el centro
en una despiadada excentración
a veces útil, claro,
útil para algún otro, y está bien.
               Pero vos, de este lado de tu tiempo,
                  ¿cómo vivís, poeta?,
                  ¿cuánta nafta te queda para el viaje
                  que querías tan lleno de gaviotas?
4)
No se me queje, amigo,
las cosas son así y no hay vuelta.
Métale a este poema tan prosaico
que unos comprenderán y otros tu abuela,
dése al menos el gusto
de la sinceridad y al mismo tiempo
                  conteste esa llamada, sí, de acuerdo,
                  el jueves a las cuatro,
                  de acuerdo, amigo Ariel,
                  hay que hacer algo por los refugiados.
5)
Pero pasa que el tipo es un poeta
y un cronopio a sus horas,
que a cada vuelta de la esquina
le salta encima el tigre azul,
un nuevo laberinto que reclama
ser relato o novela o viaje a Islandia,
(ha de ser tan traslúcida la alborada en Islandia,
se dice el pobre punto en un café de barrio)
         Le debe cartas necesarias a Ana Svensson,
         le debe un cuarto de hora a Eduardo, y un paseo
         a Cristina, como el otro
         murió debiéndole a Esculapio un gallo,
         como Chénier en la guillotina,
         tanta vida esperándolo, y el tiempo
         de un triángulo de fierro solamente
         y ya la nada. Así, el absurdo
         de que el deseo se adelante
         sin que puedas seguirlo, pies de plomo,
         la recurrente pesadilla diurna
         del que quiere avanzar y lo detiene
         el pegajoso cazamoscas del deber.
la rémora del diario
con las noticias de Santiago mar de sangre,
con la muerte de Paco en la Argentina,
con la muerte de Orlando, con la muerte
y la necesidad de denunciar la muerte
cuando es la sucia negación, cuando se llama
Pinochet y López Rega y Henry Kissinger.
         (Escribiremos otro día el poema,
         vayamos ahora a la reunión, juntemos unos pesos,
         llegaron compañeros con noticias,
         tenés que estar sin falta, viejo.)
6)
Vendrán y te dirán (ya mismo, en esta página)
sucio individualista,
tu obligación es darte sin protestas,
escribir para el hoy para el mañana
sin nostalgias de Chaucer o Rig Veda,
sin darle tiempo a Raymond Chandler o Duke Ellington,
basta de babosadas de pequeñoburgués,
hay que luchar contra la alienación ya mismo,
dejate de pavadas,
elegí entre el trabajo partidario
o cantarle a Gardel.
7)
Dirás, ya sé, que es lamentarse al cuete
y tendrás la razón más objetiva.
Pero no es para vos que escribo este prosema,
lo hago pensando en el que arrima el hombro
mientras se acuerda de Rubén Darío
o silba un blues de Big Bill Broonzy.
            Así era Roque Dalton, que ojalá
            me mirara escribir por sobre el hombro
            con su sonrisa pajarera,
            sus gestos de cachorro, la segura
            bella inseguridad del que ha elegido
            guardar la fuerza para la ternura
            y tiernamente gobernar su fuerza.
            Así era el Che con sus poemas de bolsillo,
            su Jack London llenándole el vivac
            de buscadores de oro y esquimales,
            y eran también así
            los muchachos nocturnos que en La Habana
            me pidieron hablar, Marcia Leiseca
            llevándome en la sombra hasta un balcón
            donde dos o tres manos apretaron la mía
            y bocas invisibles me dijeron amigo,
            cuando allá donde estamos nos dan tregua,
            nos hacen bien tus cuentos de cronopios,
          nomás queriamos decírtelo, hasta pronto—
8)
Esto va derivando hacia otra cosa,
es tiempo de ajustarse el cinturón:
zona de turbulencia.
                                                                                              Nairobi, 1976

sábado, 16 de agosto de 2014

“Estimado colaborador”: capitalismo, marxismo y peronismo, revisitados.


“El evangelio de la armonía entre el capital y el trabajo lleva ya predicándose cerca de cincuenta años; la filantropía burguesa ha realizado enormes dispendios para demostrar esta armonía mediante instituciones modelo. Pero (...) no hemos adelantado nada en estos cincuenta años" (Engels, Contribución al problema de la vivienda, 1873)

El día martes, la multinacional gráfica norteamericana RR Donnelley, que en su portal oficial informa que en 2013 facturó a nivel mundial 10.500 millones de dólares, y que se encuentra en el puesto 264 de las 500 corporaciones más grandes de EE.UU., con 600 plantas distribuidas en los cinco continentes, anunció con un papelito pegado en cinta skotch que está “en quiebra” y que se tiene que ir del país. Un desprecio alevoso a la los obreros y obreras que viven de su trabajo.
Este “anuncio” desató una polvareda política que llegó al atril presidencial cuando CFK anuncio la aplicación de la nefasta "ley antiterrorista" contra la empresa buitre. Antes de la voz presidencial, los obreros ya habían dado su solución al problema poniendo a producir la planta y exigiendo, mediante el proyecto del diputado provincial del PTS y el Frente de Izquierda  Christian Castillo, la verdadera ley que afecta y enfrenta los intereses de la multinacional; una ley de expropiación de la fabrica bajo control de sus trabajadores.

miércoles, 13 de agosto de 2014

Circo patronal





Malabaristas, equilibristas, el que tira humo por la boca, el payaso plin plin…  la mujer barbuda... son personajes de un Circo, pero que no estarían lejos de los políticos que son parte del "rejunte" medio socialdemócrata auto titulado UNEN.

sábado, 9 de agosto de 2014

Declaraciones de Victoria Moyano en Juicio Plan Sistemático de robo de bebes


Recuperando (otra) identidad.






¿Cuál es el límite? ¿Dónde está la gota que rebalsa el vaso? ¿Cuánto es lo soportable? Ayer vimos imágenes que tal vez tarden en borrarse de la retina de miles (quizá millones de personas). En una semana donde los sentimientos están como entremezclados, donde la historia se entrecruza con nuestro presente.
En sólo una semana, a 48 hs. desde la restitución de Guido Carlotto, el nieto de Estela, el gobierno nacional mediante la gendarmería detuvo de manera violenta a María Victoria Moyano Artigas, nieta restituida.